VATICANO,
Con el reconocimiento de sus virtudes heroicas, Mons. Ángel Riesco Carbajo, que fue Obispo coadjutor de Oviedo y Auxiliar de Pamplona para la Diócesis de Tudela, se dio el primer paso hacia su beatificación.
Aunque el camino aún es largo, entre otros requisitos, falta el reconocimiento de un milagro, la noticia se recibió con alegría en las diócesis españolas de Astorga (donde nación), Oviedo y Tudela.
El reconocimiento de sus virtudes heroicas se hizo el pasado 5 de julio con la firma del decreto por parte del Papa Francisco.
Mons. Ángel Riesco Carbajo nació en la localidad zamorana de Bercianos de Vidriales, España, el 9 de julio de 1902. Estudió en la Universidad jesuita de Comillas y se ordenó sacerdote el 25 de julio de 1926.
Como primer encargo pastoral fue coadjutor de la parroquia de El Salvador en La Bañeza, perteneciente a la Diócesis de Astorga. Allí mostró un especial interés por las personas más necesitadas.
En declaraciones a ACI Prensa, la postuladora de la causa, María Victoria Hernández, destacó que en la Parroquia de El Salvador "puso en práctica lo que después sería característico suyo durante toda su vida: una actividad pastoral concentrada en los niños, en los jóvenes, y, sobre todo, en los enfermos y en los pobres".