REDACCION CENTRAL,
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) condenó "con indignación" la tortura y el asesinato del capitán Rafael Acosta Arévalo, a manos de militares; y responsabilizó al Estado venezolano de su muerte.
Asimismo, los obispos rechazaron que las fuerzas policiales hayan desfigurado y dejado ciego al joven Rufo Chacón Parada, cuando se manifestaba por la falta de gas doméstico.
"El Estado venezolano es responsable. No consentiremos la manipulación, el disimulo y la atenuación de estos graves hechos. Es nuestro compromiso como Iglesia, que ve en el rostro sufriente de los familiares y de las víctimas el dolor de nuestro Señor Jesucristo. Estas dos víctimas hoy representan los gritos de muchos otros ciudadanos que han sido sometidos a iguales patrones y sus casos han sido invisibilizados", señala el comunicado de la comisión presidida por Mons. Roberto Luckert, publicado este 4 de julio.
El caso del capitán Acosta comenzó el pasado 21 de junio, cuando fue capturado por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM), quienes lo habrían torturado. La noticia de su muerte se confirmó recién ocho días después.
El fiscal Tarek William Saab lo había acusado de participar del presunto intento de magnicidio y la noche del viernes 26 de junio fue presentado ante los tribunales militares.