El caso de Leandro Rodríguez Lastra, médico declarado culpable por evitar un aborto en Argentina, constituye una "persecución ideológica" para amedrentar a los médicos, denunciaron expertos.
En mayo de 2017 Rodríguez Lastra, ginecólogo de turno del Hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipolleti, no realizó el aborto de un bebé de 23 semanas de gestación y estabilizó la vida de su madre de 19 años, que llegó con fuertes dolores por la ingesta de misoprostol administrado por la organización La Revuelta.
Si bien, el embarazo de la joven fue producto de una violación, una causal que permite acabar con la vida de un no nacido según el protocolo de aborto no punible, el bebé pesaba más de 500 gramos por lo que realizar el procedimiento en esas condiciones constituía un alto riesgo de vida para la madre y el niño.
El protocolo de aborto no punible en Argentina hasta el momento rige en 11 provincias del país. Se aplica ante el peligro de salud o vida de la madre, por violación o por violación a una mujer con discapacidad intelectual o mental.
Días después, Marta Milesi, defensora del protocolo de aborto no punible y en ese entonces diputada por la provincia de Río Negro, fue quien denunció al médico, logrando que el 21 de mayo de 2019 el tribunal fallara contra Leandro Rodríguez Lastra por incumplimiento de deberes de funcionario público.
Además, la fiscalía de la provincia impuso un "bozal legal" para que Rodríguez Lastra y su defensa se abstengan de hablar sobre el niño y su madre biológica.