El Departamento de Salud de Missouri (Estados Unidos) rechazó la solicitud que habría renovado la licencia de funcionamiento de la última clínica de la multinacional del aborto Planned Parenthood del estado.
Los grupos provida venían realizando una campaña para que se concrete el cierre de la clínica ubicada en la ciudad de St. Louis.
"El historial de esta instalación en particular muestra un patrón espantoso de abortos fallidos y otras violaciones que demuestran que son incapaces de hacer vigilancia a sí mismos. Planned Parenthood no merece un tratamiento especial y la salud y la seguridad de las mujeres nunca deben ocupar un lugar secundario en el balance de la industria del aborto", dijo el 31 de mayo Marjorie Dannenfelser, presidenta del grupo provida Susan B. Anthony List.
Planned Parenthood había demandado a los funcionarios estatales de la salud, luego de que estos afirmaron que la clínica no cumplía con los estándares de seguridad y por tanto no recibiría una renovación de licencia.
El Departamento de Salud adujo una falta de cooperación con las regulaciones estatales, así como cuatro abortos fallidos. Entre estos, uno en el que la madre desarrolló sepsis y otro en el que el paciente fue hospitalizado con complicaciones potencialmente mortales.
El gobernador Mike Parson explicó el 31 de mayo que están "comprometidos" y "toman en serio su deber de garantizar que todos los establecimientos de salud en Missouri cumplan con la ley, cumplan con las regulaciones y protejan la seguridad de los pacientes".