BUENOS AIRES,
La Comisión de Migrantes e Itinerantes de la Conferencia Episcopal Argentina expresó que "nadie puede ser indiferente" al dolor de millones de refugiados y migrantes forzados a salir de sus países.
"Es una herida que clama al Cielo y por eso no queremos que nuestra palabra sea la indiferencia y el silencio", expresó la comisión episcopal con motivo del Día del Refugiado este 20 de junio.
"Más cuando se constata que son muchos millones los refugiados y los demás migrantes forzados que piden la protección internacional, sin contar a las víctimas de la trata y de las nuevas formas de esclavitud en manos de organizaciones criminales. Nadie puede ser indiferente ante este dolor", agregó.
A través de un mensaje, la comisión expresó "su cercanía y fraternidad hacia todos aquellos que se ven obligados a vivir la dramática experiencia de vida en la que deben abandonar compulsivamente su patria, sus hogares, para poder reencontrar paz y seguridad en otros países".
Asimismo, recordó las palabras que el Papa Francisco dirigió durante el Pacto Mundial por unas Migraciones Seguras, Ordenadas y Regulares del 30 de marzo de 2019 que invitan a devolver al migrante "un rostro, una historia, una razón por la que ha decidido dejar su tierra. Un migrante no es más humano o menos humano, en función de su ubicación a un lado o a otro de una frontera".
La comisión episcopal encomendó a la Virgen Madre de los Migrantes, la protección de todos los refugiados para "que los cuide y acompañe, los proteja y los defienda, y les haga conocer y sentir que "están siempre en el centro del corazón de la Iglesia".