Al finalizar el primer sínodo diocesano de Comodoro Rivadavia (Argentina), el Obispo de lugar, Mons. Joaquín Gimeno Lahoz, alentó a los participantes a "caminar unidos" para "crear un clima de fidelidad al Señor y disponibilidad para servirle en su Iglesia".
El pueblo peregrino de Comodoro Rivadavia concluyó el pasado 8 de junio el sínodo diocesano luego de dos años de preparación con consultas públicas y otras metodologías.
El lema fue "Jesús comunión y misión" y también contempló dos asambleas realizadas el 5 de abril y 6 de mayo.
En la Misa de clausura, Mons. Gimeno agradeció a Dios, a María Auxiliadora, a San Juan Bosco y a todos los participantes "por su asistencia, su trabajo, su disciplina, su interés, su perseverancia, su oración. Y no sólo por esto, sino también por su libertad y su responsabilidad. Y sobre todo por su conciencia eclesial".
"El fruto de un sínodo no está sólo en el acierto de sus disposiciones, está por sobre todo, en crear un clima de fidelidad al Señor, disponibilidad para servirle en su Iglesia, generosidad apostólica, perseverancia en la entrega", indicó.