Diócesis en Argentina lamentan violentos ataques a templos

"Se llevaron la liturgia, un cáliz sencillito, los libros de la Misa, algo de comida muy poquito, en azúcar, harina, chocolate, el equipo de sonido viejo", agregó el P. Cayrol.

Dijo que lo que "más nos impresionó fue la actitud destructiva de esto y por otro lado, no es fácil llevarse tantas sillas, nos llama la atención que nadie vio nada".

El presbítero también expresó su preocupación por "el agotamiento y enojo de la gente que trabaja en la capilla", que se esfuerza por mantenerla y por unir dos barrios, con el catecismo, las actividades con los menores, las procesiones. "Hacen una tarea de 'unificación' en el sentido vecinal y ciudadano, lo hacen con mucho afecto".

Uno de los fieles identificado como Fernando dijo que se está perdiendo la educación "y el respeto a nuestros símbolos". "Ver la imagen de la Virgen así nos duele, es la imagen de la Madre de Dios". 

La Diócesis de Mar del Plata pidió a los fieles rezar "para que, por intercesión de San Benito, el Señor los fortalezca en la tarea de seguir construyendo comunidad en el barrio, de seguir educando en la fe, el valor y el respeto. Rogamos a Dios, a su vez, por la conversión de quienes hicieron este hecho delictivo". 

Por su parte, el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, agradeció el apoyo recibido tras los ataques cometidos hacia la Iglesia local en los últimos meses.

El comunicado emitido el 9 de junio, agradeció a los líderes de otras confesiones religiosas, representantes políticos, sociales y feligreses que "hicieron llegar su apoyo y acompañamiento" "frente a diferentes hechos que nos duelen como Iglesia perseguida en los últimos meses".

"El primero de ellos se refiere a la profanación de lugares de culto al Dios que adoramos y al Señor" reconocidos por la "constitución nacional y nuestra constitución provincial", describió.

El segundo hecho, se refirió el Obispo, "habla de la falta de respeto hacia ustedes, queridos hijos, cuando se interrumpieron celebraciones litúrgicas o se ensuciaron iglesias de manera deliberada, violentando nuestra libertad religiosa y el debido derecho de culto".

"Finalmente, llama la atención la intransigente medida que pretende que la referencia a Dios y a Nuestra Madre del Valle sea sacada del ámbito público y de la vida de la sociedad", expresó Mons. Urbanc.

"Como pueblo catamarqueño que vive una profunda religiosidad popular y un entrañable amor a María, la Reina del Valle, desde hace ya casi 400 años, los invito a orar junto con sus familias para que nadie pretenda expulsar a la Madre Morenita y a su Hijo Jesús de nuestros corazones y de cada rincón donde Ellos se erigieron en custodios de nuestra cultura", concluyó el comunicado.