REDACCION CENTRAL,
En un video mensaje enviado al congreso de la OIEC, el Papa Francisco explicó en qué consiste la misión de todo educador católico, así como los desafíos actuales a los que se enfrenta.
El Santo Padre se dirigió a los participantes del congreso internacional de la Oficina Internacional de Educación Católica (OIEC) en Nueva York, reunido del 5 al 8 de junio para reflexionar sobre el tema "Educar en el humanismo de la fraternidad para construir una civilización del amor".
El Papa Francisco explicó que actualmente se da una deconstrucción del humanismo y para enfrentar esa situación "necesitamos la sinergia de las diferentes realidades educativas. La primera es la familia, como lugar donde se aprende a salir de sí mismo y 'a ponerse delante del otro, a escuchar, a compartir, a soportar, a respetar, a ayudar, a vivir juntos'".
El Pontífice explicó que las instituciones educativas católicas tienen la misión de ofrecer horizontes abiertos a la trascendencia, porque la educación católica 'marca la diferencia' al cultivar valores espirituales en los jóvenes".
"El educador debe ser competente, cualificado y, al mismo tiempo, rico en humanidad, capaz de estar con los alumnos para promover su crecimiento humano y espiritual. El educador debe unir en sí mismo las cualidades de la enseñanza y la capacidad de atención y cuidado amoroso de las personas. Para ambos aspectos es necesaria una formación permanente, que ayude a los profesores y líderes a mantener su profesionalidad y, al mismo tiempo, a cuidar su fe y su motivación espiritual", detalló el Santo Padre.
El Papa Francisco indicó luego que "el humanismo que las instituciones educativas católicas están llamadas a construir –como afirmaba San Juan Pablo II– es el que 'aboga por una visión de la sociedad centrada en la persona humana y sus derechos inalienables, en los valores de justicia y paz, en una correcta relación entre los individuos, la sociedad y el Estado, en la lógica de la solidaridad y de la subsidiariedad. Es un humanismo capaz de inculcar un alma en el mismo progreso económico, para que se dirija a la promoción de cada hombre y de todo el hombre'".