VATICANO,
El Papa Francisco conversó con alrededor de 400 niños italianos que viajaron en tren desde Génova, Cerdeña y Nápoles para verlo en el Vaticano y compartir sus experiencias con él.
Se trató de una edición más de la iniciativa "treno dei bambini" (Tren de los Niños) promovida por el Pontificio Consejo para la Cultura.
En la conversación informal que el Santo Padre mantuvo en la mañana de este sábado 8 de junio, el Papa recomendó a los niños que "no hablarán mal de los otros y que se mordieran la lengua cuando tuvieran esta tentación" y les recordó la importancia de "no vivir solo para hacer dinero".
Además, según refirió el diario del Vaticano L'Osservatore Romano (LOR), el Pontífice confío detalles sobre su vocación al sacerdocio en la cual "eligió ese camino en absoluta libertad y sin imposiciones" y dijo que aprendió a lo largo de la vida "que el Señor no nos deja nunca solos, pero depende de nosotros el saber distinguir la voz de Dios y del ángel custodio, que nos invita a hacer el bien, a aquella del diablo, que en cambio nos tienta hacia el mal".
Entre las preguntas que los niños le hicieron al Santo Padre destacó aquella en que le interrogaron acerca del viaje más lindo que ha tenido, por ello, Francisco aprovechó para explicar a los pequeños la historia de su ciudad natal, Buenos Aires, que está profundamente vinculada a la devoción mariana de la isla italiana de Cerdeña que tiene como Patrona a la Virgen de "Bonaria" (Buenos Aires).
Sin embargo, el Papa Francisco reveló una confidencia: en realidad, "no ama particularmente viajar, aunque si los viajes son para él la ocasión para tener encuentros bellísimos". Y de este modo, el Pontífice recordó su última peregrinación a Rumanía en donde explicó que "vivió una experiencia inolvidable".