El Papa Francisco destacó las prioridades para la pastoral vocacional durante la audiencia concedida este 6 de junio en la Sala del Consistorio del Vaticano a representantes de los Centros nacionales para las vocaciones de la Iglesia de Europa quienes participan en un congreso en Roma del 4 al 7 de junio.
Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el Papa Francisco decidió al inicio de la audiencia entregar el discurso escrito preparado para la ocasión y hablar espontáneamente sin leer ningún texto.
A continuación, publicamos el texto del discurso preparado del Papa Francisco que no pronunció, pero que entregó a los presentes y pidió que reflexionaran:
Queridos hermanos y hermanas,
Saludo a todos los que participan en este congreso, que quiere promover la implementación del Sínodo de los Obispos dedicado a los jóvenes. Os agradezco el trabajo que lleváis a cabo en vuestros respectivos campos de servicio y también el esfuerzo por confrontaros y compartir experiencias. Por mi parte, me gustaría señalar algunas líneas que son particularmente importantes para mí. En la Exhortación Apostólica Christus Vivit alenté "a crecer en la santidad y el compromiso con la propia vocación" (No. 3). También os aliento a vosotros que trabajáis en el llamado "viejo continente", a creer que "todo lo que toca Cristo se vuelve joven y se llena de vida" (cf. ibíd., 1).
Las tres líneas que os indico son: la santidad, como un llamado que da sentido al camino de toda la vida; la comunión, como "humus" de vocaciones en la Iglesia; la vocación misma, como palabra clave a preservar, combinándola con las demás: "felicidad", "libertad" y "juntos" y finalmente a declinarla como una consagración especial.