Quesada,
El Obispo de Ciudad Quesada (Costa Rica), Mons. José Manuel Garita, expresó su preocupación por el proyecto de ley que amenaza la libertad de expresión de los católicos en el país centroamericano.
En su mensaje semanal, el Prelado se refirió al proyecto de "Ley Marco Para Prevenir y Sancionar Todas las Formas de Discriminación, Racismo e Intolerancia", presentado en la Asamblea Legislativa. "Son muchos los puntos que generan duda y temor por la amplitud con que se aborda", dijo.
El proyecto señala que se castigará con penas de prisión de 6 meses a 2 años "a la persona que forme parte de una organización que se inspire en ideas o teorías basadas en la superioridad de una raza o cuyo fin sea promover el odio y la discriminación basada en motivos raciales, de nacionalidad, edad, sexo, orientación sexual, identidad y expresión del género, opinión política, origen social, posición socioeconómica, condición migratoria, discapacidad o características genéticas".
La medida fue presentada el 23 de noviembre del 2016 ante la Comisión de Derechos Humanos. E marzo del 2017, el departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa presentó un informe en el que advirtió sobre la inconstitucionalidad del mismo. De acuerdo con el diario El Mundo de Costa Rica, el 29 de mayo de 2019 "el bloque de diputados de Nueva República presentó 577 modificaciones al proyecto que vendría a sancionar los 'crímenes de odio', debido a que consideran que se utilizan términos "muy ambiguos" y que se prestan para "manipulaciones e interpretaciones peligrosas".
Asimismo, el periódico Maranata indicó que Fabricio Alvarado, líder de Nueva República, manifestó en un reciente comunicado que "desde el periodo pasado venimos advirtiendo sobre lo peligroso de este proyecto, que si se llega a aplicar en Costa Rica, muchos serán atacados y perseguidos, tan solo por expresar una opinión sobre la agenda que promueven partidos como Acción Ciudadana o el Frente Amplio por ejemplo, usando criterios subjetivos y a conveniencia de quienes interpreten la ley".
"De manera que si un 'progresista' califica a un conservador como retrógrado, homofóbico o medieval, eso es libertad de expresión, pero si un conservador dice 'no al aborto' o 'no al matrimonio homosexual', eso es odio. Igual si algún creyente se opone a la ideología de género, eso para ellos será discurso de odio", aseveró.