VATICANO,
El Estado de la Ciudad del Vaticano mejoró la eficiencia de su sistema de detección de actividades sospechosas de delitos financieros.
Así lo indica el Informe Anual de la Autoridad de Información Financiera (AIF) de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, presentado este martes 21 de mayo y que abarca las actividades y estadísticas relativas al año 2018.
Según se explica en el informe, "en 2018 se registraron resultados significativos con referencia al marco regulatorio y al sistema de señalamientos".
En relación al marco regulatorio que permitiría poner cerco a las actividades delictivas, en el informe se destaca que "la conclusión del proceso de adhesión de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano al ámbito geográfico de la Zona Única de Pagos en Euros (SEPA según sus siglas en inglés) representa un paso importante hacia la armonización y la eficiencia de las transferencias de fondos en el área europea".
En este sentido, se destaca la primera condena por lavado de dinero dictada por parte del Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano como resultado de un informe enviado por la AIF a la Oficina del promotor de Justicia de la Santa Sede, "así como la calidad cada vez mayor de los señalamientos por parte de los sujetos obligados".
Aunque en el informe no se citan nombres, la condena reseñada se refiere al caso del empresario italiano Angelo Proietti, condenado el 17 de diciembre a 2 años y 6 meses de cárcel por lavado de dinero. Proietti tenía una cuenta bancaria en el Instituto para las Obras de Religión (IOR), más conocido como el "Banco del Vaticano". La cuenta tenía más de un millón de euros y había sido confiscada por la AIF en 2014.