VATICANO,
El Papa Francisco compartió ante los obispos italianos su preocupación por la falta de avances en la aplicación de la reforma de los procesos matrimoniales en este país, a pesar de haber pasado ya cuatro años desde la aprobación de los Motu proprio que la regulan.
En un discurso que pronunció ante la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana en el Aula del Sínodo del Vaticano este lunes 20 de mayo, el Pontífice reflexionó sobre la sinodalidad, los procesos matrimoniales y la relación entre obispos y sacerdotes.
En relación a la sinodalidad, subrayó que es esencial para mantener la salud de la Iglesia. En cuanto a la relación de los obispos con sus sacerdotes, recordó que el obispo tiene la obligación de ser cercano a los sacerdotes de su Diócesis y de cuidar la relación con ellos.
El Santo Padre subrayó que "el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Es dimensión constitutiva de la Iglesia, de modo que, en un cierto sentido, aquello que el Señor te pide ya está todo contenido en la palabra 'sínodo'".
El Papa se remitió al nuevo documento de la Comisión Teológica Internacional sobre la sinodalidad en la vida de la Iglesia para explicar el vínculo entre sinodalidad y colegialidad: "La colegialidad", explicó, "es la forma específica en que la sinodalidad eclesial se manifiesta y se realiza a través del ministerio de los Obispos sobre el nivel de la comunión entre todas las Iglesias en la Iglesia Universal. Toda auténtica manifestación de sinodalidad exige por su naturaleza el ejercicio del ministerio colegial de los Obispos".
La sinodalidad "describe el historial médico del estado de salud de la Iglesia en Italia, de su labor pastoral y eclesial".