VATICANO,
El Papa Francisco afirmó, durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro del Vaticano este domingo 19 de mayo, que "la única fuerza capaz de transformar nuestro corazón es el amor de Jesús, siempre que también nosotros amemos con ese amor".
Precisamente, es el amor de Cristo "el que nos hace capaces de amar a los enemigos y de perdonar a quien nos ha ofendido".
"El amor que se manifiesta en la cruz de Cristo y que Él nos llama a vivir, es la única fuerza que transforma nuestro corazón de piedra en corazón de carne", afirmó el Pontífice.
En su reflexión previa al rezo del Regina Coeli, el Santo Padre comentó el pasaje evangélico en el que Jesús, reunido con los discípulos en el Cenáculo, pronuncia su último discurso antes de su Pasión. "Después de haber lavado los pies a los Discípulos", explica el Papa, "les dice: 'Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Como yo os he amado, así os debéis amar también los unos a los otros'".
Sin embargo, el Pontífice planteó la cuestión de en qué sentido Jesús dice que este mandamiento es nuevo, porque "sabemos que ya en el Antiguo Testamento Dios había mandado a los miembros de su pueblo que amaran al prójimo como a ellos mismos. Jesús mismo, a quien le preguntaba cuál era el mandamiento más grande de la Ley, respondía que el primero era amar a Dios con todo el corazón, y el segundo, amar al prójimo como a uno mismo".
"Entonces, ¿cuál es la novedad?", volvió a preguntar Francisco. La respuesta es que "el antiguo mandamiento del amor se ha convertido en nuevo porque ha sido completado con este añadido: 'como yo os he amado', 'amaos como yo os he amado'".