Con imposición de escapularios de la Virgen del Carmen, la Arquidiócesis de Santiago de Chile celebró el día de la Madre el 12 de mayo.
En el mercado Tirso de Molina, ubicado en el popular barrio de La Chimba, unas 200 mamás recibieron el escapulario de la Virgen del Carmen, como signo de devoción y admiración hacia la Patrona de Chile.
Junto al diácono de la Pastoral de La Vega, Vicente Calvo, el Arzobispo de Santiago, Mons. Celestino Aós, celebró una liturgia y saludó a las mamás presentes, deseando que "la maternidad sea para todas un título de gloria, de realización personal".
"Ojalá que todos cuidemos la maternidad, que cada mujer que concibe un hijo pueda gestarlo y darlo a luz, pero además, que tenga las condiciones de vida y laborales que le permitan desarrollar su capacidad de cuidar a ese niño que es un regalo y una responsabilidad, no solo para ella y su familia, sino que para todo Chile", reflexionó Mons. Aós.
"Ser mamá es un misterio, Dios ha puesto en el cuerpo del hombre y la mujer la capacidad de engendrar una vida y cada vez que nosotros iluminamos la realidad de la persona humana, del varón o de la mujer y la encaminamos hacia Jesucristo, estamos encaminándola hacia lo más profundo de sí misma, para que se descubra en esa gran dignidad", manifestó.