CIUDAD DE MÉXICO,
En medio de la grave crisis humanitaria que vive el sur de México, con miles de migrantes que tratan de ingresar al país, la Iglesia Católica encabeza la ayuda y la asistencia para los hermanos que sufren hambre, persecución y enfermedad.
Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas, es el punto extremo al sur del país por donde se concentra el ingreso de migrantes.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, la crisis ha ido escalando con cerca de dos mil personas aisladas en la Estación Migratoria Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración de México (INM). En las últimas semanas se han registrado repetidos casos de escapes de migrantes que intentan evadir a la autoridad para entrar a territorio mexicano.
Además de los que se encuentran retenidos por el INM y de los que son acogidos por los albergues y casas de migrantes en la zona, más de dos mil se encuentran vagando por las calles de Tapachula o escondidos selva adentro.
En estas personas se ha enfocado el trabajo de los Misioneros de Cristo Resucitado, congregación de religiosas y religiosos que ayudan a los migrantes.