MADRID,
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada organizó en la Catedral de la Almudena de Madrid (España) la Noche de los Testigos, una vigilia de oración por los cristianos perseguidos en la que un sacerdote de la Archidiócesis de Toledo explicó su trabajo con las comunidades católicas que atiende cerca de San Petersburgo y en el círculo polar ártico.
La vigilia estuvo presidida por el Cardenal Carlos Osoro, Arzobispo de Madrid, y en ella se dieron varios testimonios sobre cómo viven los católicos la fe en países donde sufren persecución, como Rusia, Marruecos o Venezuela.
El P. Juan Manuel Sánchez dio su testimonio durante esta vigilia. Él es sacerdote de la Archidiócesis de Toledo (España) y desde hace nueve años fue cedido por su obispo para trabajar en Rusia, junto a otros sacerdotes de la diócesis española de Astorga.
El sacerdote explicó que atiende una pequeña comunidad católica al sur de San Petersburgo, donde hay una iglesia que "fue convertida en polideportivo durante la época comunista. Años después 'subió de categoría' y la hicieron sala de conciertos".
En el año 2006 el Gobierno ruso devolvió el templo a la Iglesia Católica, pero seguía siendo una sala de conciertos. "Para celebrar la Misa había que quitar el piano, poner el altar, celebrar la Misa y volver a poner el piano", indicó.
"En muchas ocasiones ponían conciertos en las principales fiestas de los católicos para que no pudiéramos celebrar la Misa. Se señalaba con el dedo y se apuntaba en listas a quienes entraban en el templo, después perdían sus trabajos, eran perseguidos. Pero se mantuvieron firmes en su fe a pesar del dolor", aseguró.