LA PAZ,
La Iglesia en Bolivia expresó su solidaridad a las personas afectadas por el deslizamiento de tierra en la localidad de Llojeta, en la ciudad de la Paz, que dejó dos desaparecidos, ocho hectáreas dañadas, 64 viviendas afectadas y 88 familias damnificadas.
El colapso comenzó cerca del mediodía del martes 30 de abril y se extendió más allá de las 3:00 p.m. Las casas levantadas en esa zona eran construcciones precarias y sin autorización.
El desastre obligó a las 338 personas afectadas a dormir temporalmente en carpas, mientras las autoridades buscan una solución al respecto.
En un reciente video mensaje, el Arzobispo de La Paz, Mons. Edmundo Abastoflor, expresó la tristeza de la Iglesia por estos desastres imprevistos que afectan a tantas personas, "que sus casas que han construido con tanto esfuerzo se vengan de un momento a otro abajo".
"Habría que hacer un trabajo conjunto con las autoridades y organizaciones sociales para evitar que sucedan desastres de este tipo, que vienen por causas naturales pero también en parte provocadas por descuido en cuanto al lugar donde se edifica, por la cantidad de aguas subterráneas que van corriendo de un lado a otro", sostuvo.
Agregó que "la topografía de La Paz no nos ayuda mucho, pero tenemos que hacer lo posible por encontrar mejores formas de vivir, de edificar y dar más seguridad a las familias".