"El sigilo sacramental es inviolable", dijo Mons. Fernando Ramos, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile al dar lectura al documento conclusivo de la 118ª Asamblea Plenaria celebrada entre el 29 de abril al 3 de mayo.
"El sigilo sacramental es inviolable, como inviolable es la conciencia de quienes acuden a confesar sus pecados para, arrepentidos, disponerse a repararlos asistidos por la gracia de Dios que nos ofrece su perdón", describe el documento titulado "Hacia la renovación de la Iglesia".
Con motivo del debate del proyecto de ley que podría obligar a los sacerdotes a romper el secreto de confesión ante casos de abusos sexuales, el texto recordó que dicho sacramento es "reconocido y resguardado por las leyes del Estado chileno, que garantiza la libertad religiosa como un valor de la sociedad".
Otro de los puntos tratados durante la asamblea plenaria de la CECh fue el convenio de colaboración ante casos de abusos sexuales firmado con la Fiscalía Nacional "que surge desde la preocupación por alcanzar verdad y justicia para las víctimas".
El acuerdo "favorece el intercambio de información" de las investigaciones de delitos sexuales cometidos por clérigos diocesanos en contra de niños, niñas o adolescentes, o de personas en situación de discapacidad al momento de los hechos, protegiendo la confidencialidad a los denunciantes que lo solicitan y respetando la legislación vigente".
En cuanto a los miembros de congregaciones religiosas, sociedades de vida apostólica e institutos seculares, cada institución podrá adherirse formalmente a este convenio.