MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explicó en su carta pastoral cómo Jesús volvió tras la resurrección para "expresarles su misericordia y perdón" a sus discípulos, algo que hizo con Tomás y con Pedro y que sigue haciendo a través del Sacramento de la Reconciliación.
Después de ser entregado por Judas, "Jesús fue entregado al poder de la muerte como consecuencia de nuestros pecados, fue crucificado y fue sepultado", pero "una vez resucitado, Jesús se vuelve a los suyos, los que le dejaron solo e incluso lo negaron, para expresarles su misericordia y su perdón".
Mons. Fernández recuerda en su carta que el pasado domingo el Señor volvía para que Tomás creyera, y el apóstol, "al comprobar las llagas de su mano y su costado, se rindió en adoración".
En el domingo que viene, Jesús "se dirige a Pedro, el que lo negó por tres veces, para ofrecerle su misericordia y hacerle experimentar un amor más grande".
El Prelado explica que los apóstoles habían estado pescando en el lago de Tiberíades, al amanecer se apareció Jesús en la orilla y no le reconocieron, hasta que tuvieron una gran pesca. Quien lo "identifica primero es Juan, el que más amaba a Jesús por ser el discípulo amado", después "Pedro se tiró al agua para alcanzarle impacientemente, se olvida de la barca, de la pesca y de los demás".
El Obispo de Córdoba precisa que "a Jesús lo han visto transfigurado, pero lo han reconocido directamente y por el fruto abundante de la pesca"; y cuando terminaron de compartir esa comida, Jesús se dirige a Pedro y le hace "un examen de amor", preguntándole tres veces si le ama.