VATICANO,
El Papa Francisco animó a acercarse a las llagas de Jesús resucitado en las situaciones de angustia y sufrimiento, porque son fuente de "misericordia, de paz y son signo del amor inmenso de Jesús".
Durante su reflexión previa al rezo del Regina Coeli este domingo 28 de abril, Fiesta de la Divina Misericordia, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa reflexionó sobre el episodio evangélico en el que se narra cómo Jesús se aparece en el Cenáculo portando tres dones: la paz, la alegría y la misión apostólica.
"Las primeras palabras que dice son: 'Paz a vosotros'. El Resucitado trae la auténtica paz, porque mediante su sacrificio en la cruz ha realizado la reconciliación entre Dios y la humanidad, y ha derrotado al pecado y a la muerte", explicó el Papa.
Señaló que "sus discípulos, por primera vez, tenían necesidad de esa paz, porque después de la captura y la condena a muerte del Maestro estaban derrumbados en el desconcierto y en el miedo".
Jesús "se presenta vivo en medio de ellos y, mostrando las llagas en su cuerpo glorioso, les da la paz como fruto de su victoria".
Sin embargo, "aquella noche no estaba presente el apóstol Tomás. Informado de este extraordinario suceso, él, incrédulo ante el testimonio de los otros Apóstoles, quiere comprobar en persona la verdad de cuanto afirmaban".