VATICANO,
En la catequesis pronunciada el miércoles 24 de abril en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa Francisco continuó su predicación sobre la oración del Padre Nuestro y animó a perdonar siempre al prójimo para poder recibir también el perdón de Dios.
Durante su predicación, el Santo Padre afirmó que "Si tú no perdonas, Dios no te perdonará" y animó a reflexionar si "somos capaces de perdonar". "Si no lo consigues, pide al Señor que te dé la fuerza para conseguirlo: Señor ayúdame a perdonar", exclamó el Papa.
A continuación, la catequesis completa del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy completamos la catequesis sobre la quinta petición del 'Padre Nuestro', deteniéndonos en la expresión " como nosotros perdonamos a los que nos ofenden" (Mt. 6,12). Hemos visto que es propio del hombre ser deudor ante Dios: de Él hemos recibido todo, en términos de naturaleza y gracia. Nuestra vida no solo fue deseada, sino amada por Dios. Realmente no hay espacio para la presunción cuando unimos las manos para orar. No existen 'self made men' en la Iglesia, hombres que se han hecho a sí mismos. Todos estamos en deuda con Dios y con muchas personas que nos han dado condiciones de vida favorables. Nuestra identidad se construye a partir del bien recibido. El primero es la vida.
El que reza aprende a decir 'gracias'. Y nosotros muchas veces nos olvidamos de decir 'gracias', somos egoístas. El que reza aprende a decir "gracias" y le pide a Dios que sea benévolo con él o con ella. Por mucho que nos esforcemos, siempre hay una deuda inagotable con Dios, que nunca podremos pagar: Él nos ama infinitamente más de lo que nosotros lo amamos. Y luego, por mucho que nos comprometamos a vivir de acuerdo con las enseñanzas cristianas, en nuestras vidas siempre habrá algo por lo que pedir perdón: pensemos en los días pasados perezosamente, en los momentos en que el rencor ha ocupado nuestro corazón y así sucesivamente... Son experiencias desafortunadamente, no escasas, las que nos hace implorar: 'Señor, Padre, perdona nuestras ofensas'. Así pedimos perdón a Dios.