Al celebrar la Vigilia Pascual en cada comunidad, los obispos en Chile entregaron un mensaje esperanzador para que los fieles venzan el miedo y trabajen por la dignidad, el amor al prójimo y el bien común.
El Obispo de la Diócesis de Temuco, Mons. Héctor Vargas, explicó que "la tumba vacía quiere desafiar, movilizar, cuestionar, pero especialmente quiere animarnos a creer y a confiar que Dios acontece en cualquier situación, en cualquier persona y que su luz puede llegar a los rincones menos esperados y más cerrados de la existencia".
Por eso, Jesús "resucitó de la muerte" para "hacernos tomar parte de su obra salvadora. Este es el fundamento y la fuerza, que tenemos los cristianos para poner nuestra vida y energía, nuestra inteligencia, afectos y voluntad en buscar, y especialmente en generar, caminos de dignidad".
"Él resucitó y con Él nuestra esperanza y creatividad para enfrentar los problemas presentes, porque sabemos que no vamos solos", dijo Mons. Vargas.
"Celebrar la Pascua es volver a creer que Dios irrumpe y no deja de irrumpir en nuestras historias desafiando nuestros conformantes y paralizadores determinismos. Celebrar la Pascua es dejar que Jesús venza esa pusilánime actitud que tantas veces nos rodea e intenta sepultar todo tipo de esperanza", aseguró.
En ese sentido, el Administrador Apostólico de Valparaíso, Mons. Pedro Ossandón, deseó una feliz Pascua de Resurrección "especialmente a los que están enfermos, en la cárcel, sufriendo la soledad, a los que están trabajando. A todos ustedes, no están solos, ha brillado una gran luz, Cristo ha vencido las tinieblas, ha resucitado".