BUENOS AIRES,
El Arzobispo Emérito de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, explicó por qué para la Iglesia el Sábado Santo, tras la muerte de Jesús en el Viernes Santo, "es un día de silencio absoluto".
En su reflexión sobre el Triduo Pascual en 2019 en el programa "Claves para un Mundo Mejor" de Canal 9, Mons. Aguer señaló que "no pasa nada el Sábado Santo, no hay ninguna celebración litúrgica, porque es el día en que Dios estuvo muerto".
"¡Dios estuvo muerto! ¿Se dan cuenta de lo que significa eso? Dios estuvo muerto en su humanidad, porque la divinidad no puede morir. La persona que muere es la persona eterna del Hijo de Dios hecho hombre. Jesús muere en la Cruz, en el desamparo de la Cruz y el sábado es sepultado. Allí, en el sepulcro, lo que hay es soledad y silencio. Por eso todo el sábado pasa sin que ocurriera nada".
El día siguiente, el Domingo de Resurrección, "es el gran día de la alegría de la Iglesia, de la Gran Misa de Gloria donde se vuelve a cantar el Gloria que se había silenciado durante la Cuaresma y todos nos ponemos contentos porque estamos seguros de que Jesús Resucitó".
"Esta es la verdad central de nuestra fe, si nosotros no creemos que Jesús resucitó estamos fritos, no somos nada porque además la resurrección de Jesús va unida a la nuestra. Jesús nos ha prometido que vamos a resucitar como Él", destacó.
Mons. Aguer subrayó que "la Pascua es la fiesta de la gran alegría de la Iglesia y del cristiano. La Pascua es la que ilumina toda nuestra vida, todo nuestro año".