PARIS,
Las imágenes del interior de Notre Dame tras el devastador incendio del 15 de abril ya dan la vuelta al mundo y lo que más llama la atención es que la cruz, la estatua de la Piedad y el altar no fueron destruidos por el fuego.
Cuando ya el fuego estaba controlado los bomberos ingresaron a la catedral y lo primero que vieron fue la hermosa cruz de oro sobre el altar.
Este hecho ha recordado en las redes sociales el último pedido de Santa Juana de Arco, mártir y patrona de Francia, antes de ser quemada en una hoguera en 1431.
Según distintos historiadores, la joven santa pidió que durante su ejecución sostuvieran una cruz en alto "para poder verla a través de las llamas".
Aunque de sus restos solo quedaron cenizas, una de las zonas más visitadas en la Catedral de Notre Dame estaba ocupada por una estatua en honor a la santa.
La vida de Santa Juana de Arco