BRASILIA,
Las iglesias de Río de Janeiro (Brasil), han acogido a personas damnificadas por las fuertes lluvias que en la noche del lunes y la madrugada del martes afectaron la ciudad; mientras la Arquidiócesis, a través de Cáritas, ha iniciado una campaña para recaudar donativos y fondos para ayudar a las víctimas.
Este temporal ha sido considerado más fuerte que cae sobre Río de Janeiro en los últimos 22 años. Hasta el momento se han contabilizado diez muertos. Además hay barrios sumergidos y deslizamiento de barreras que han causado una gran destrucción. Las áreas más afectadas son la Zona Sur y la Zona Oeste.
El Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani João Tempesta, declaró ayer 9 de abril que ante esos desastres "las parroquias están movilizadas acogiendo a las personas" e invitando a los fieles a dejar sus donativos para ayudar a los damnificados. "La Cáritas Arquidiocesana está promoviendo donaciones y enviándolas a lugares cercanos", indicó.
El Purpurado recordó que la Iglesia siempre está presente para actuar en estas circunstancias y aliviar el dolor las personas afectadas por los fenómenos naturales.
El Arzobispo recordó que en la madrugada de lunes a martes hubo "iglesias que permanecieron abiertas todo el tiempo para acoger a las personas que no podían volver a sus casas, dándoles un poco de acogida" y aliento.
En la Zona Oeste, la parroquia San Juan Bautista, en Río das Pedras, es una de las iglesias que mantuvo sus puertas abiertas para atender a los más pobres y desamparados, así como para recibir donaciones de alimentos no perecederos y agua potable.