MADRID,
Después de que un hombre ayudó a su esposa a morir, en un caso que ha generado un nuevo debate sobre la eutanasia en España, el vocero de los Obispos del país europeo aseguró que "la muerte provocada nunca es la solución" y que la "Iglesia apuesta por la defensa de la vida y los cuidados paliativos".
El Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y Obispo Auxiliar de Valladolid, Mons. Luis Argüello, recordó la postura de la Iglesia Católica y subrayó que "la muerte provocada nunca es la solución ni en el caso del aborto ni en el caso de la eutanasia".
Mons. Argüello hizo estas declaraciones durante la rueda de prensa de balance de la Asamblea Plenaria que ha tenido lugar en Madrid entre el 1 y el 5 de abril.
El Prelado se refirió al caso de María José Carrasco, de 62 años, que desde 1989 sufría esclerosis múltiple y que murió el 3 de abril en Madrid después de que su esposo, Ángel Hernández, le suministrara una sustancia para acabar con su vida.
Mons. Argüello expresó su pésame a la familia "que vive una situación tan dramática". También subrayó que este caso es "una situación de una excepcional carga emocional", y por eso insistió en que estamos ante "el conflicto que se produce entre el sufrimiento y el sentido de la vida y la propia vida".
"La Iglesia apuesta por la defensa de la vida y los cuidados paliativos. Por supuesto, no está a favor del ensañamiento terapéutico e insiste en que la muerte provocada no es la solución", aseguró el Prelado.