RABAT,
Estas cinco religiosas clarisas son mexicanas, procedentes de los estados de Guanajuato y Nuevo León, y viven actualmente en el convento de Nuestra Señora de Guadalupe situado en la ciudad de Casablanca (Marruecos).
En medio de la ciudad de Casablanca, donde los musulmanes representan al 99,9% de la población y los cristianos son una minoría extranjera y casi imperceptible en la sociedad, se alza el convento de Nuestra Señora de Guadalupe, fundado en 1989 y entregado a la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara, también conocidas como Clarisas.
Allí viven en clausura cinco religiosas clarisas procedentes de México, que se dedican a rezar por el pueblo marroquí y por toda la humanidad.
Cuatro de las hermanas proceden del estado de Guanajuato y una de Nuevo León.
Todas acudieron al encuentro que el Papa Francisco mantuvo con los religiosos, religiosas, sacerdotes y personas consagradas en la Catedral de Rabat (Marruecos), el pasado domingo 31 de marzo.
Una de estas religiosas clarisas, sor Dulce María, lleva 20 años en Marruecos. Explicó a ACI Prensa que habían venido todas las hermanas del convento de Nuestra Señora de Guadalupe "haciendo una excepción" porque la ocasión lo requería.