RABAT,
El Papa Francisco se reunió en la Catedral de Rabat, este domingo 31 de marzo en el contexto de su viaje apostólico a Marruecos, con sacerdotes, religiosos, consagrados y el Consejo Ecuménico de las Iglesias.
Ante ellos, el Santo Padre rechazó el proselitismo y recordó que una comunidad cristiana pequeña, como la de Marruecos, no significa que sea insignificante. Además, el Pontífice hizo un llamado al diálogo y a la caridad.
A continuación, el texto completo del discurso del Papa Francisco:
Queridos hermanos y hermanas:
Estoy muy contento de encontrarme con vosotros. Agradezco especialmente al padre Germain y a sor Mary sus testimonios. También deseo saludar al Consejo Ecuménico de las Iglesias, que manifiesta visiblemente la comunión que se vive aquí en Marruecos entre cristianos de diversas confesiones, en el camino de la unidad. Los cristianos son un grupo pequeño en este país.
Pero para mí esta realidad no es un problema, aun cuando reconozco que a veces la vida pueda resultar difícil para algunos. Vuestra situación me trae a la memoria la pregunta de Jesús: «¿A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé? […] Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó» (Lc 13,18.21). Parafraseando las palabras del Señor podríamos preguntarnos: ¿A qué es semejante un cristiano en estas tierras? ¿A qué se puede comparar? Es semejante a un poco de levadura que la madre Iglesia quiere mezclar con una gran cantidad de harina, hasta que toda la masa fermente. En efecto, Jesús no nos ha elegido y enviado para que seamos los más numerosos. Nos ha llamado para una misión. Nos ha puesto en la sociedad como esa pequeña cantidad de levadura: la levadura de las bienaventuranzas y el amor fraterno donde todos como cristianos nos podemos encontrar para que su Reino se haga presente.