RABAT,
Unos 300 sacerdotes, religiosos y religiosas esperan al Papa Francisco en la catedral de Rabat (Marruecos) para el encuentro previsto para la mañana del domingo 31 de marzo a las 10.45 a.m (hora local).
Todos los religiosos son extranjeros, es decir, ninguno procede de Marruecos.
Entre ellos se encuentra la hermana Dulce María, clarisa, que procede de México y lleva 20 años en Marruecos. Según explicó esta visita del Papa es "un gran momento de alegría que comparto con mis hermanos musulmanes porque el Papa nos trae un mensaje de amor".
Aunque su orden es de clausura asegura que en el día de hoy, por la visita del Papa, "era necesario hacer una excepción y por eso hemos venido las 5 hermanas que vivimos en el convento de Casablanca".
La hermana Dulce María cuenta que "el jardinero de nuestro convento quería escribirle una carta al Papa, pero no pudo terminarla y me pidió que le transmitiera todo el amor y el respeto que él le tiene".
El padre Miguel Ángel Riquelme, misionero de la Cruz Blanca, procede de Santiago de Chile (Chile) también declaró a ACI Prensa que "nunca ha tenido ningún" problema al llevar a cabo la misión doméstica con enfermos que realiza su comunidad en Marruecos.