MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, dedicó su columna semanal a reflexionar sobre una de las parábolas del Evangelio con la cual, según algunos comentaristas, "nos bastaría para conocer el corazón de Dios".
El Prelado recordó que en este cuarto domingo de Cuaresma Dios sale al encuentro "con la parábola del hijo pródigo y del padre misericordioso", que es "como el corazón de todo el Evangelio".
"Algunos comentaristas afirman que si hubiera desaparecido todo el Evangelio, con tener esta parábola nos bastaría para conocer el corazón de Dios. Verdaderamente sorprendente, no podíamos imaginar que Dios fuera así, si no nos lo hubiera contado el mismo Jesucristo, el hijo y hermano bueno", expresó en su carta semanal.
Mons. Fernández aseguró que "Dios es un padre al que le duele que su hijo se aleje de él", que sufre por los pecados, infidelidades y olvidos del hombre. Sin embargo, "no se cansa de esperar que volvamos, y esto nos debe dar una gran esperanza siempre para nosotros y para los demás. De nadie está dicha la última palabra, podemos esperar su salvación hasta el último minuto, porque Dios espera siempre".
El Obispo afirmó que "el hombre está muy bien dibujado en los dos hijos de la parábola. Ninguno de los dos vive como hijo. Uno se aleja, tomando en sus manos lo que el padre le da y lo malgasta hasta la ruina total. No vive como hijo, prefiere su autonomía, tiene sed de libertad, pero alejado de Dios cada día es más esclavo de sus vicios y pecados. Ojo con la libertad que nos lleva al pecado, eso no es libertad, sino esclavitud del peor calibre".
"Alejado de Dios, queda despojado incluso de su dignidad de hijo y llegan a faltarle hasta las más elementales condiciones para sobrevivir", recordó.