Vancouver Rape Relief and Women's Shelter, el centro para casos de crisis de víctimas de violación más antiguo de Canadá, perdió el financiamiento público por negarse a eliminar su política de solo servir a mujeres y no considerar a hombres transexuales.
El consejo de la ciudad de Vancouver votó el 14 de marzo para recortar casi 34 mil dólares en subvenciones anuales que la organización utiliza para programas de alcance educativo "hasta que la organización haga cambios para alinearse con las políticas de la ciudad", informó el National Post.
El plazo otorgado será hasta inicios del 2020.
Vancouver Rape Relief and Women's Shelter, que es dirigido por un colectivo feminista proaborto, aseguró haber sufrido discriminación "en forma de inclusión" y que la decisión de la ciudad "tiene la intención" de obligarlas a cambiar su "posición y práctica de ofrecer algunos servicios principales solo para mujeres nacidas de mujeres".
Por su parte, la concejal de la Ciudad de Vancouver, Sarah Kirby-Yung sostuvo: "Si estamos otorgando fondos públicos, debemos hacerlo a organizaciones que sean inclusivas".
El activista transexual Morgane Oger, que encabezó la campaña para retirar los fondos públicos, dijo al concejo municipal el 13 de marzo que la organización "no es compatible con la ley canadiense", es culpable de un "mal comportamiento sistemático y consistente", y es el único refugio para mujeres "que no sirve a las mujeres trans".