El 27 de marzo la Corte de Apelaciones de Santiago de Chile ordenó al Arzobispado de Santiago pagar un total de 300 millones de pesos (unos 439 mil dólares) a las tres víctimas que demandaron al exsacerdote Fernando Karadima.
La sentencia de la Novena Sala se refiere a la actuación que tuvo el Arzobispado de Santiago en el caso de los abusos sexuales cometidos por el exsacerdote Fernando Karadima, condenado por el Vaticano en enero de 2011, contra Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
Cruz, Murillo y Hamilton interpusieron una demanda civil en septiembre de 2013 por "daño moral" contra la Arquidiócesis por 450 millones de pesos (unos 659 mil dólares) la que fue rechazada en primera instancia en marzo de 2017.
Tras la apelación de las víctimas y una nueva revisión, los ministros Miguel Vázquez, Javier Moya y el abogado Jaime Guerrero, de la Novena Sala de la Corte de Apelaciones, resolvieron a favor de los demandantes.
El fallo de 28 páginas describe que las víctimas "han sufrido de una manera importante desde que se cometieron los abusos, pero que recién se empiezan a racionalizar cuando aquellos fueron denunciados y la autoridad eclesiástica no hace nada".
"La negligencia en la investigación del abuso que se hizo desde las instancias oficiales de la Iglesia Católica tuvo gran impacto sobre las víctimas cuando las autoridades institucionales descartaron la denuncia en lugar de considerar la posibilidad de examinar si tenía algún elemento de verdad".