KENITRA,
El trabajo que realizan los misioneros salesianos en la ciudad de Kenitra, a pocos kilómetros de Rabat (Marruecos), se centra en la acogida y el respeto para todos sus alumnos que prácticamente en su totalidad son musulmanes, pero además también cuentan con un piso para menores inmigrantes no acompañados y formación profesional para mujeres, aportando un rayo de esperanza a quienes más lo necesitan.
El religioso José Antonio Vega lleva 35 años en África y 10 años a cargo del colegio, cuando sustituyó al que ahora es el actual Obispo de Rabat, Mons. Cristóbal López.
Kenitra es una ciudad a unos 35 kilómetros al norte de Rabat, allí llegaron salesianos en 1937 provenientes de Argelia. Con el fin del protectorado francés, muchas congregaciones religiosas se retiraron y dejaron sus obras a la diócesis que puso especial empeño en que las obras escolares continuaran, así nació esta escuela, única en la zona.
Actualmente el Colegio Don Bosco incluye educación primaria, secundaria y dos grados de formación profesional en electricidad y auxiliar de guardería. En total, cada año pasan por sus aulas unos 1.400 alumnos, todos musulmanes "a excepción de 7 chicos, que son hijos de extranjeros, y son cristianos".
Algo similar ocurre con las personas que trabajan en el colegio, que a excepción de los cuatro religiosos salesianos que forman la comunidad religiosa, el resto son todos musulmanes. Y José Antonio precisa que la relación entre todos es excepcional. Por eso explica que lo que se vive en el colegio es "la práctica del diálogo interreligioso. Los padres vienen a contar cualquier problema al colegio, y nuestra realidad es que ellos y sus hijos son acogidos siempre con respeto y ellos también nos respetan a nosotros".
L'Ecole Don Bosco