El 7 de junio de 1660, hace más de 360 años, San José se apareció a un joven pastor en el monte Bessillon, en la localidad francesa de Cotignac. Es la única vez en la que el Santo Custodio de la Familia de Nazaret se apareció solo, un hecho reconocido por la Iglesia Católica.
De acuerdo al sitio web de la Diócesis francesa de Fréjus-Toulon, “el 7 de junio de 1660, alrededor de las 13 horas (1:00 p.m.), Gaspard Ricard, un joven pastor de 22 años, cuidaba a su rebaño en el monte Bessillon”.
“El calor era sofocante y tenía sed. De repente, percibió a ‘un hombre a su costado’, que le señaló una gran roca y le dijo: ‘Yo soy José, muévela y beberás’”. Relatos de la época indican que la roca era tan grande que se habría necesitado a unos ocho hombres para moverla.
El recuento de la diócesis precisa que, “ante la sorpresa y la duda del joven pastor, la aparición reiteró su consejo. Gaspard hizo caso, movió la roca sin problemas y descubrió una fuente donde bebió hasta saciarse”.
El joven pastor se fue a su pueblo para dar a conocer la fuente que había surgido, donde nunca antes hubo un manantial de agua fresca.
Según el sitio web del monasterio benedictino en Cotignac, tras conocer la noticia, el 9 de agosto los habitantes de la región comenzaron a construir una capilla en el lugar de la aparición, adonde iban muchos enfermos que volvían “sanados o consolados ante sus dolencias”.