Raúl Spicher, jefe de neonatología del Hospital Italiano de Rosario (Argentina), compartió la impresión que le causa ver el deseo de los recién nacidos por sobrevivir, y que motiva a los médicos y trabajadores de la sala a poner "el alma en el trabajo" a favor de los pequeños.
El médico compartió su testimonio en una entrevista publicada el 17 de marzo por el diario "La Capital". "Es muy fuerte ver a los recién nacidos en esa circunstancia. Aunque uno pase mucho tiempo trabajando termina de acostumbrarse a algunas situaciones que son emocionalmente fuertes. Hay un deseo de supervivencia que se respira, que se siente", afirmó.
El médico dijo que una de las principales características de la sala de neonatología es que la mayoría de los bebés nacen de manera prematura. Además, provienen de embarazos de alto riesgo, partos múltiples o por causas infecciosas de la madre.
"Por eso los médicos, y todos los trabajadores de la sala, ponen el alma en el trabajo. La neo es un lugar muy pero muy particular. Lo técnico, la destreza profesional, tienen una relevancia enorme, pero lo humano es clave", afirmó.
El doctor Spicher, que ha trabajado en la mayoría de las salas de neonatología de la ciudad de Rosario, afirma que los últimos avances en biotecnología han permitido importantes mejoras en el tratamiento de niños recién nacidos, prematuros y con patologías específicas.
De esta manera, "hoy se pueden hacer diagnósticos prenatales. Como tenemos una relación directa y permanente con los obstetras se logra, en muchos casos, desarrollar una planificación terapéutica antes del nacimiento. Los médicos estamos preparados y los papás de algún modo también, gracias a adelantos impresionantes en el diagnóstico por imágenes, por ejemplo", menciona en la entrevista.