SANTIAGO,
El Obispado de Chillán (Chile) informó sobre la situación de cinco sacerdotes que se encuentran sujetos a una investigación o proceso canónico por denuncias de abuso sexual contra menores.
Lo hizo mediante un comunicado del 15 de marzo, luego de recibir instrucciones de la Santa Sede y del cierre de una investigación previa.
En primer lugar, el 10 de enero de 2019 el Papa Francisco concedió la dispensa del celibato y la pérdida del estado clerical a Luis Ricardo Montenegro Fuentes, cuya investigación por abuso de menor fue remitida al Vaticano en agosto de 2018.
"La dispensa ha sido concedida a petición del presbítero, por el bien de la Iglesia, y luego de que la Congregación para la Doctrina de la Fe hiciera al Santo Padre una relación del caso. Esto significa que el presbítero queda excluido definitivamente del ejercicio del ministerio sacerdotal", explicó el Obispado.
En segundo lugar, el 18 de febrero de 2019 la Congregación para la Doctrina de la Fe pidió al Administrador Apostólico de Chillán, P. Sergio Pérez de Arce Arriagada, suspender la investigación canónica contra el sacerdote Héctor Bravo Merino, abierta en junio de 2018.
"La investigación diocesana no había llegado a la certeza moral de la comisión de un delito y, por otra parte, el presbítero no ha sido imputado de ninguna falta en el ámbito civil. Esta medida significa que el sacerdote no tiene restricciones para ejercer su ministerio, y que la investigación no se retomará hasta contar con elementos que muestren indicios de un delito o hasta que la justicia civil haga una imputación", sostiene el comunicado.