BUENOS AIRES,
Ante la presencia de miles de fieles provenientes de distintas "villas miseria", barrios pobres de Argentina, el Obispo de Río Gallegos, Mons. Jorge García Cuerva, aseguró que "la droga no tiene más poder que Jesús".
Lo hizo en el marco del 11º aniversario de la Familia Grande Hogar de Cristo (FGHC), celebrado en la Villa Marista de la ciudad de Luján (Buenos Aires) bajo el lema: "Recibir la vida como viene".
La celebración comenzó el sábado 9 de marzo con distintas actividades que reunieron a más de dos mil personas de distintos hogares de Cristo, para culminar al día siguiente con la Santa Misa en la Basílica de Nuestra Señora de Luján.
En su homilía, Mons. García se destacó cuatro tentaciones con las que el demonio busca "separarnos del camino de Dios" y "arruinar la vida":
La primera tentación es la de "olvidarnos de donde salimos". El prelado explicó que "todos nosotros somos amados, salvos y perdonados por Jesús. Y cuando uno se olvida que alguna vez fue medio 'atorrante' se cree mejor que los demás. Y empezamos a marcar con el dedito acusador a toda la gente, nos sentimos medios perfectos".
"Yo digo que lo que hacen eso seguro tienen un muerto en el placard, porque la gente más buena es la que se siente más perdonada por Jesús", expresó Mons. García, "si reconozco que Dios me rescató y me perdonó con mis muchos pecados, ¿quién soy yo para andar con el dedito acusador? El dedito a la oreja".