La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) presentó ayer la Campaña Compartir 2019 con el lema "¡No dejemos a nadie atrás!", en favor de niños y ancianos desprotegidos como consecuencia de la migración masiva que atraviesa Venezuela.
"La cuaresma es tiempo de compartir, de estar con el prójimo en sus momentos más cumbres, que sientan asistencia, acompañamiento. Como cristianos no podemos dejar de lado a esta porción delicada de la humanidad como lo son las personas de la tercera edad y sus nietos, quienes han quedado bajo su cuidado", asegura el comunicado.
Bajo el lema "¡No dejemos a nadie atrás!", la campaña de este año tiene como objetivo hacer frente a la soledad y tristeza, que es la dura realidad de los migrantes y de las familias que dejan.
"La emigración en sí misma no es un mal, es un fenómeno humano complejo y tan antiguo como la misma humanidad", señalaron. "El mal de la emigración suele estar en las causas que la originan, generalmente situaciones de injusticia, de violencia y de carencia de lo más mínimo para el digno desarrollo de las personas y de sus familias", indicaron los obispos.
Asimismo, el Episcopado recordó que la Doctrina Social de la Iglesia contempla en el emigrante la imagen de Cristo que dijo: "Era forastero, y me hospedasteis".
"Cada diócesis, parroquia, vicaría, capilla suman esfuerzos y voluntades para salir al encuentro de estos venezolanos que sufren ante esta estela de problemáticas de nuestro país", manifestó.