SANTIAGO,
Mientras que en Chile la eutanasia se sigue promoviendo como la solución al sufrimiento de una persona con una enfermedad incurable, la Clínica Familia asegura a sus pacientes que los cuidados paliativos son la alternativa más digna y humana ante el inminente deceso.
Ubicada en Santiago, el proyecto nace en 1986 como un sueño del sacerdote Baldo Santi, quien en conjunto con Cáritas Chile y un grupo de laicos lograron poner en marcha en 1996 un lugar pensado para atender de forma gratuita a enfermos físicamente incurables y en su etapa terminal.
"El tratamiento paliativo es la respuesta humana a la eutanasia", afirmó el doctor Flavio Nervi, presidente de la Fundación para la Dignidad del Hombre, entidad que sostiene a Clínica Familia.
En declaraciones a Comunicaciones del Arzobispado de Santiago, el médico señaló que "antes de hablar de eutanasia, la cultura debe procurar que los pacientes, especialmente los más pobres, tengan acceso a una buena asistencia que se preocupe del dolor total, porque el mayor sufrimiento que tiene un paciente oncológico por ejemplo, muchas veces no es el dolor físico, sino el espiritual".
Daniel Vásquez, paciente de la Clínica, expresó que "estoy muy agradecido de Dios. Con mi hija estábamos desesperados. No sabíamos dónde iba a terminar y apareció esta clínica. Aquí duermo tranquilo, puedo leer, puedo rezar, no pago ni un veinte. Yo de esta clínica no me pienso mover".
"Aquí hay un cambio muy rotundo a un hospital o a una casa de reposo. Aquí puedo ver a los otros pacientes, conversar con ellos. Aquí me cuidan, noto realmente amor y cariño", dijo el hombre de 87 años, diagnosticado con cáncer a la próstata y metástasis.