LIMA,
El Cardenal Juan Luis Cipriani celebró una Misa de Acción de Gracias por sus 20 años como Arzobispo de Lima, en la que agradeció a los fieles por acompañarlo en su trabajo pastoral, y los alentó a buscar siempre la verdad de Cristo en estos tiempos de relativismo.
El Purpurado, a quien el Papa Francisco aceptó la renuncia como Arzobispo de Lima el 28 de diciembre, agradeció a los fieles, sacerdotes y religiosos que llenaron la catedral, "por ayudarme a reconocer mis pecados, para arrepentirme de mis errores bien concretos y a saber levantar la cara ante el Señor y saber que su misericordia siempre está buscándonos".
Asimismo, animó a los fieles a ser "amantes de la libertad" y de la verdad que viene de la fe, sobre todo "en un tiempo un poco relativista, un poco oscuro" como el actual. "Esa libertad interior que te hace ser feliz. No te vendas nunca a nada, no vale la pena, no tiene precio nuestra entrega al Señor", expresó.
Durante la Misa, el Cardenal Cipriani también recordó los años en que sirvió en Ayacucho –entre 1988 y 1991 como Obispo Auxiliar, y luego como Arzobispo hasta enero de 1999–, la ciudad más golpeada por el terrorismo del grupo maoísta Sendero Luminoso.
Indicó que en estos años, junto a los 20 que pasó como Arzobispo de Lima, ha sido un tiempo de aprendizaje. "Son tiempos en las que tantas veces la imagen pretende sustituir la realidad, y esto nos exige, sobre todo a los pastores, a los sacerdotes", no buscar nunca quedar bien". "No son momentos para quedar bien. Son momentos para amar a Dios y para llevar a la gente con mucha paciencia hacia Dios", indicó.
"Quisiera mencionar a enorme voz: 'Lealtad'", expresó. Sean "leales en la palabra dada, en el matrimonio, en la amistad, en la sencillez de la vida; no pensemos que es un tema muy escolástico. La lealtad que ilumina muchísimo el ambiente y cuando brilla facilita mucho la convivencia", afirmó.