REDACCION CENTRAL,
El Cardenal colombiano Juan de Jesús Pimiento acaba de cumplir 100 años de vida y se ha convertido en el purpurado más anciano del mundo. En entrevista con EWTN Noticias explica qué es la colegialidad de los obispos, un tema esencial para la Iglesia que fue debatido en el Concilio Vaticano II.
Al ser consultado sobre lo que más le llamó la atención en el Concilio, realizado entre 1962 y 1968, el Cardenal Pimiento dijo que "la colegialidad impresiona porque fue lo que más se debatió. Eso no se quería aceptar por una fuerza tradicionalista. No entendían eso de la colegialidad: que es que somos el Papa y los obispos un solo colegio apostólico".
"Se sabía teóricamente pero no se aplicaba. Se temía mucho, temían que el Papa perdiera fuerza y que nosotros nos subiéramos demasiado. Eso fue lo que el Concilio equilibró porque ni podemos ser fuerza sin el Papa ni el Papa es Papa completo si no tiene al episcopado con él. Entonces, se entendió que Dios había creado un cuerpo vivo del gobierno de la Iglesia y que no se podía de otra manera", dijo el Cardenal, consagrado obispo en 1955.
En su opinión, lo que sucede ahora es que "eso no se ha entendido completamente y sobre todo no se aplica. Se tiene como buena idea porque ya se impuso por doctrina, pero como práctica tiene muchas dificultades de orden práctico y no nos arriesgamos a asumir la responsabilidad".
El Cardenal explicó que un obispo no es solo "de un pueblo o de una región. Es obispo del mundo, como los apóstoles que se fueron a todas partes. Uno tiene que hacer lo del propio lugar, pero mirando al resto, el conjunto".
"Eso es lo que no se hace, generalmente se vuelve uno muy municipal y hace lo del lugar más o menos bien, pero lo del mundo nada", lamentó.