MADRID,
El Obispo de Córdoba (España); Mons. Demetrio Fernández, explicó en su carta semanal cómo el Evangelio de este domingo "toca un punto neurálgico de nuestro corazón humano" y cuál es el "motor de la historia".
En el pasaje de este domingo el Señor anima a amar a nuestros enemigos. Por eso asegura que, aunque "somos capaces de amar, estamos hechos para amar, pero no podíamos imaginar que el corazón humano pudiera llegar a tanto".
"Las fuerzas humanas no dan de sí para esto, pero Jesucristo nos hace capaces, dándonos su Espíritu Santo, dándonos un corazón como el suyo, que sea capaz de amar como ama él", precisa.
En ese sentido, el Prelado recuerda que el "núcleo" de este Evangelio "está en el corazón de Cristo, que nos ama con misericordia a los pecadores". "Él no ha devuelto el insulto, como cordero llevado al matadero. En su corazón no hay venganza ni resentimiento. Más aún, se goza en perdonar".
Por eso Jesús propone el mandamiento nuevo: "Amaos unos a otros como yo os he amado" que es "toda una revolución en las relaciones humanas".
Según afirma el Obispo de Córdoba, se dio un "salto importante en las relaciones humanas" con el Decálogo que Dios entregó a Moisés, en el que le dijo: "Ama a tu prójimo como a ti mismo". "Pero en esta ley que Moisés recibe en el Sinaí, está permitido odiar a los enemigos: ama a tu prójimo y odia a tu enemigo", precisa.