BUENOS AIRES,
"No tener miedo de cruzar fronteras para proclamar a Cristo", es la invitación de un grupo de jóvenes argentinos que decidieron vivir un mes de misiones en Cuba, país donde por cada 70 mil habitantes hay un solo sacerdote.
Las misiones argentinas a Cuba surgen del deseo del P. Ramiro Sáenz, que en 2010 propuso a la Diócesis de San Rafael (Argentina) colaborar a la evangelización de la isla mediante el traspaso de algunos presbíteros, lo que fue posible al año siguiente.
Los sacerdotes llegaron al poblado de Yaguajay, en el norte de la provincia de Sancti Spíritus y Meneses. En 2015 asumieron una parroquia en la capital provincial y también llegó el primer grupo de laicos argentinos a misionar en la zona.
Este verano de 2019 arribaron nueve jóvenes de las diócesis de San Rafael, San Luis y Tucumán, para misionar en la capital de Sancti Spíritus acompañados por los sacerdotes argentinos que viven ahí, P. Eduardo González y P. Mauricio Gudiño
Encomendada a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, la misión se extendió del 26 de diciembre al 19 de enero en una ciudad que concentra unos cien mil habitantes y que solo tiene dos templos católicos.
Está la Iglesia Mayor (construida en 1680 es el segundo templo más antiguo de Cuba) que es administrada por un sacerdote canadiense y otro francés; y la Iglesia de Nuestra Señora de la Caridad (construida en 1717), a cargo de los sacerdotes argentinos que ayudan a un presbítero cubano de 83 años.