VATICANO,
Durante la Misa celebrada este lunes 18 de febrero en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco exhortó a preguntarnos dónde está nuestro hermano que sufre y a responder con sinceridad.
En su homilía, el Santo Padre recordó las preguntas que el Señor hizo a Adán y a Caín en el Libro del Génesis ¿dónde está tu hermano? ¿dónde estás? Y pidió responder personalmente "sin escapar del problema".
El Papa Francisco explicó también el capítulo 25 del Evangelio de San Mateo para hablar del hermano enfermo, encarcelado, hambriento y sobre las "preguntas incómodas" que Jesús ha realizado, como por ejemplo al apóstol Pedro cuando le preguntó en tres ocasiones: "¿me amas?".
En esta línea, el Santo Padre quiso destacar como en la vida de todos los días a estas preguntas incómodas "respondemos un poco con principios generales que no dicen nada, pero dicen todo, todo lo que está en el corazón". Por eso, el Papa aseguró que el Señor nos hace esta pregunta a cada uno de nosotros:
"¿Dónde está tu hermano?" - "No lo sé" - "¡Pero tu hermano tiene hambre!" - "Sí, sí, seguramente está almorzando en la parroquia de Caritas, sí, seguramente lo alimentarán", y con esta respuesta 'compromiso' salva la piel. "No, el otro, el enfermo ..." - "¡Claro que está en el hospital!" - "¡Pero no hay lugar en el hospital! ¿Y tiene algún medicamento? "-" Pero es lo suyo, no puedo entrometerme en la vida de los demás ... él tendrá parientes que le darán medicamentos ", y me lavo las manos. "¿Dónde está tu hermano, el prisionero?" - "Ah, él está pagando lo que merece. Lo hizo, que lo pague. Estamos cansados de tantos criminales en la calle: que pague". Pero quizás nunca escuches esta respuesta que se te dice de la boca del Señor. Dónde esta tu hermano ¿Dónde está tu hermano explotado, el que trabaja en negro, nueve meses al año para reanudar, después de tres meses, otro año? Y entonces no hay seguridad, no hay vacaciones ... "Eh, hoy no hay trabajo y uno toma lo que puede...": otra respuesta de compromiso", afirmó.
Con estos ejemplos concretos el Papa pide a cada uno que tome esta palabra del Señor como si fuera hecha a cada uno de nosotros personalmente: