Los obispos de Estados Unidos expresaron su preocupación por la decisión del presidente Donald Trump de declarar el estado de emergencia nacional, con el objetivo de conseguir más fondos para financiar la construcción del muro en la frontera con México.
Trump declaró este 15 de febrero el estado de emergencia nacional para así recurrir a fondos de los departamentos del Tesoro y Defensa y sumarlos a los 1.375 millones de dólares que le aprobó el Congreso para construir el muro, pero que distan de los 5.700 mil millones que había solicitado el mandatario.
"Voy a firmar una declaración de emergencia, como han hecho otros presidentes antes que yo por cosas menos importantes. Es algo muy importante", declaró Trump. Según dijo, el país está siendo invadido "por criminales, por traficantes de drogas" a través de la frontera.
"Tenemos la oportunidad de acercarnos a 8.000 millones de dólares, y con eso vamos a construir mucho muro", afirmó.
Según la Casa Blanca, esta medida le permitiría al presidente desviar 6.600 millones de dólares de otras partidas presupuestarias de los Departamentos del Tesoro y de Defensa, sumando cerca de 8.000 millones con la cantidad aprobada por el Congreso.
"Estamos profundamente preocupados por la acción del Presidente para financiar la construcción de un muro a lo largo de la frontera de EE.UU/México, que elude la clara intención del Congreso de limitar el financiamiento de un muro. Nos oponemos al uso de estos fondos para promover la construcción del muro", expresaron en un comunicado el Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Cardenal Daniel DiNardo; y el Presidente del Comité de Migración de la USCCB, Mons. Joe S. Vásquez.