No debe olvidarse que el Papa Francisco, después de recibir a la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana, dijo que su voz "resuena en la voz de los obispos venezolanos".
El Papa Francisco siguió paso a paso la crisis venezolana. El 10 de abril de 2014 hizo un llamado a los líderes políticos de Venezuela y pidió que se respetara la verdad y la justicia. El 1 de marzo de 2015, el Papa condenó la muerte de algunos estudiantes involucrados en protestas pacíficas.
La Santa Sede aceptó facilitar el diálogo en octubre de 2016 y, el 2 de diciembre del mismo año, el Cardenal Parolin hizo hincapié en las cuatro condiciones. Al regresar de Egipto el 29 de abril de 2017, el Papa Francisco denunció que el Gobierno de Maduro no cumplió con dichas condiciones.
El 30 de abril de 2017, después de la oración del Regina Coeli, el Papa Francisco habló de las "noticias dramáticas" sobre Venezuela y "el empeoramiento de los enfrentamientos allí, con muchas personas reportadas muertas, heridas y detenidas", y apeló "al Gobierno y a todos los miembros de la sociedad venezolana a evitar nuevas formas de violencia, respetar los derechos humanos y negociar soluciones a la grave crisis humanitaria, social, política y económica que está agotando a la población".
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La acción de los obispos se movió junto con la declaración del Papa Francisco. Esta acción combinada alentó a todas las realidades católicas de América Latina a adoptar una postura común: la Conferencia de Hermanos y Hermanas Religiosas en Venezuela, los jesuitas de Venezuela, pero también los episcopados de Colombia, Ecuador, Uruguay, Chile y Bolivia. Fuertes posturas sobre la crisis venezolana que debilitaron la posición de Maduro.
A pesar de la voluntad de mantener una neutralidad diplomática, también la diplomacia de la Santa Sede fue muy activa.
El Cardenal Parolin, que ha sido Nuncio en Venezuela entre 2009 y 2013, destacó el 13 de mayo de 2017 que "la única solución para Venezuela son las elecciones".
El 4 de agosto de 2017, el Papa envió a través de la Secretaría de Estado un comunicado solicitando a "todos los actores políticos, y en particular al Gobierno, que garantizaran el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales, así como de la Constitución actual; suspender iniciativas como la nueva Asamblea Constituyente que, en lugar de favorecer la reconciliación y la paz, fomenta un clima de tensiones y enfrentamientos; y crear condiciones para una solución negociada".
También es digno de mención que en su mensaje de Navidad de 2018 el Papa Francisco incluyó a Venezuela entre los países que atraviesan una grave crisis humanitaria, junto con Yemen, Siria y Nicaragua: fue un mensaje profético.
El Papa también habló sobre Venezuela en su discurso de año nuevo ante el cuerpo diplomático y dijo que desea "que se encuentren vías institucionales y pacíficas para solucionar la crisis política, social y económica, vías que consientan asistir sobre todo a los que son probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz".