REDACCION CENTRAL,
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acusó al Arzobispo de la ciudad, Cardenal Timothy Dolan, de ser parte de la "derecha religiosa" que busca oponerse al "derecho" al aborto en su estado, lo que suscitó una magistral respuesta del Purpurado estadounidense.
En un artículo titulado "El asalto de Trump contra el derecho al aborto debe rechazarse", publicado el 6 de febrero en The New York Times, Cuomo arremetió contra las críticas que recibió por la ley que aprobó el estado de Nueva York que permite el aborto durante todo el embarazo e incluso deje morir al bebé si sobrevive a la práctica.
Cuomo acusó al presidente Trump de ser parte de la "extrema derecha" y señaló a la "derecha religiosa" por estar al "asalto de los derechos constitucionales de las mujeres" cuando critican la ley del aborto en Nueva York, ya que en su opinión lo que buscan es "poner fin a todos los abortos legales en nuestra nación".
Según el gobernador, la ley que aprobó "está disponible" para "proteger la vida o la salud de la mujer", y criticó que se haya elegido para la Corte Suprema "a dos jueces de la extrema derecha que han expresado su oposición" al fallo de Roe vs Wade que legalizó el aborto en 1973.
"Mientras el Cardenal Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, y la Iglesia Católica son anti-choice ("antielección", término con que califican a los provida), la mayoría de estadounidenses, incluidos los católicos son pro-choice ("proelección", término con que se denominan los proaborto). El 73% de los neoyorquinos que apoyan el fallo de Roe vs Wade incluye a 59% de católicos. Mientras los gobiernos pueden aprobar leyes que estén de acuerdo con la enseñanza religiosa, estos mismos gobiernos no aprueban leyes que sean consistentes con lo que dicta cualquier religión en particular", escribió Cuomo.
El gobernador dijo fue "educado en escuelas religiosas y fui acólito. Mis valores católicos romanos son mis valores personales. Las decisiones que tomo en mi vida o cuando aconsejo a mis hijas están basadas en mis creencias religiosas morales y religiosas". Sin embargo, "mi religión no puede exigir favoritismo mientras realizo mis deberes públicos", afirmó.