VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles 6 de febrero en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco hizo balance de su reciente viaje apostólico a los Emiratos Árabes Unidos, "un viaje breve, pero muy importante".
El Santo Padre explicó que su presencia en este país de la Península Arábiga, del 3 al 5 de febrero, "relacionándose con el encuentro de 2017 en Al-Azhar, Egipto, ha escrito una nueva página en la historia del diálogo entre cristianismo e islam, y en el compromiso de promover la paz en el mundo sobre la base de la fraternidad humana".
"Por primera vez, un Papa ha visitado la Península Arábiga. Y la Providencia ha querido que haya sido un Papa llamado Francisco, 800 años después de la visita de San Francisco de Asís al sultán Al-Malik Al-Kamil". En este sentido, Francisco aseguró que "he pensado con frecuencia en San Francisco durante este viaje: me ayudaba a tener en el corazón el Evangelio, el amor de Jesucristo, mientras vivía varios momentos de la visita".
Aseguró que "en mi corazón estaba el Evangelio de Cristo, la oración al Padre por todos sus hijos, especialmente por los más pobres, por las víctimas de las injusticias, de las guerras, de la miseria…; la oración para que el diálogo entre el cristianismo y el islam sea un factor decisivo para la paz en el mundo de hoy".
En su catequesis de este miércoles, el Pontífice también resumió brevemente su discurso en el Encuentro Interreligioso en el Memorial del Fundador de los Emiratos Árabes Unidos, el Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan, donde centró la atención "en los valores de la fraternidad fundada en el común origen de Dios, de quien se deriva la dignidad inviolable de toda persona".
"Por lo tanto, es imposible justificar cualquier acto de violencia en el nombre de Dios. De hecho, eso le ofende gravemente y contradice el espíritu de la religión", aseveró.