ASUNCIÓN,
El 3 de febrero Paraguay cumplió tres décadas de democracia tras la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, ocasión en la que el Episcopado llamó a la ciudadanía a evaluar el actual sistema democrático a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI).
El general Stroessner gobernó Paraguay entre 1954 y 1989 bajo un sistema dictatorial que contempló una violenta represión policial, escuadrones de la muerte y la aplicación de la ley marcial.
Según datos de la Comisión Verdad y Justicia de Paraguay, durante el periódo del "Stronato" 20 mil personas fueron torturadas y 423 fueron "desaparecidas". Se considera que la mayor consecuencia de su gobierno ha sido la actual desigualdad, especialmente el reparto de tierras, que enfrenta el país.
En un extenso mensaje, la Presidencia de la Conferencia Episcopal de Paraguay (CEP) señaló que "el proceso vivido en estos 30 años de transición democrática tuvo luces y sombras, pesando más estas últimas, lo que llevó a amplios sectores de la población a la desilusión y al pesimismo sobre las bondades del régimen democrático".
"Sin embargo, las nuevas generaciones, que no conocieron ya las desgracias nacionales de los autoritarismos constituidos en sistemas, tienen, mediante el amplio ejercicio de las libertades públicas, una esperanza diferente", expresó.
El Episcopado recalcó que esta es una "valiosa realidad", sin embargo "no garantiza, por sí, la calidad del proceso democrático, que sigue presentando déficit importante". Por lo tanto, "necesitamos pasar de una democracia meramente formal, electoral, a una democracia como estilo de vida y de ejercicio de la política para la consecución del bien común".